Historia de Baños de Montemayor
Los testimonios más antiguos que se conservan de Baños de Montemayor datan de época romana, y su historia se ha visto marcada por la calzada romana «Vía de la Plata», que atraviesa la localidad, y la existencia de manantiales de aguas termales.
Estas dos circunstancias han convertido a la población en un punto de paso para viajeros, peregrinos, mercancías… permitiendo acumular y conservar un enorme patrimonio histórico artístico de todas las épocas que podremos apreciar al pasear por sus calles.
Actualmente, Baños de Montemayor es un referente del turismo termal, tanto a nivel nacional como internacional.
La calzada romana "Vía de la Plata"
La Vía de la Plata se utilizó para delimitar las jurisdicciones eclesiásticas de las diócesis de Coria y Plasencia.
De este modo, Baños de Montemayor se convierte en un pueblo fronterizo, generándose dos núcleos de población (Baños de Montemayor y Baños de Béjar) prácticamente unidos en cuanto a su realidad física, pero completamente diferenciados administrativamente.
Cada pueblo pertenecía a reinos distintos, a diócesis distintas (razón por la que hay dos templos parroquiales) y a distintos señores feudales.


Las aguas termales
Las aguas termales son, sin duda, el elemento que más ha contribuido a la fama de Baños de Montemayor ya desde épocas romana.
Se trata de aguas sulfuradas, sódicas y oligometálicas que brotan de dos manantiales próximos entre sí y denominados Columna y Arqueta, con una temperatura de surgencia de 43º C.
Las aguas son indicadas para tratar procesos reumatológicos, artrosis, afecciones del aparato respiratorio, siendo además tonificantes y embellecedoras de la piel.