Las aguas termales

Las aguas termales son, sin duda, el elemento que más ha contribuido a la fama de Baños de Montemayor ya desde épocas romana.

Se trata de aguas sulfuradas, sódicas y oligometálicas que brotan de dos manantiales próximos entre sí y denominados Columna y Arqueta, con una temperatura de surgencia de 43º C.

Las aguas son indicadas para tratar procesos reumatológicos, artrosis, afecciones del aparato respiratorio, siendo además tonificantes y embellecedoras de la piel.

Por otro lado la localidad cuenta con más de diez fuentes, repartidas por todo el casco urbano y alrededores, manando ininterrumpidamente, algunas de ellas muy afamadas por sus propiedades.

La historia del Balneario se remonta al periodo de la conquista romana (siglo I a.d. C.), como atestiguan los hallazgos arqueológicos y los restos de las termas conservados.

Durante la dominación musulmana y la época medieval se pierde el uso de los baños como tal aunque es de suponer que la población sigue usando el agua termal que brota de los manantiales.

A principios del siglo XVII y por medio de la correspondencia entre los doctores Flores Rengifo y Limón se vuelve a tener constancia de las aguas termales de Baños de Montemayor, publicándose ordenanzas acerca de su uso en 1628 y ordenando construir D. Juan de Porras y Atienza( Obispo de Coria) un edificio del que se conservan actualmente las trazas.

En el siglo XVIII el Obispo Laso se interesa por las aguas termales de Baños de Montemayor ordenando la ampliación del edificio junto con la construcción y mejora de puentes y accesos a la población.

El impulso definitivo le viene al Balneario en 1817, cuando es nombrado su primer director, D. Francisco Martínez, y en 1833 que el Balneario pasa a posesión de los vecinos del pueblo, los cuáles crean la “Junta Protectora del Establecimiento”, que impulsará sucesivas ampliaciones y reformas de considerable importancia, destacando la realizada a finales del siglo XIX por el arquitecto Santiago Madrigal Rodríguez en estilo Modernista.

Curiosidad

El Balneario fue declarado Bien de Interés Cultural en 1995

Año en el que también es rehabilitado el edificio, construyéndose frente al mismo otro balneario considerado uno de los más avanzados y modernos de Europa. Cuenta en la actualidad con una amplia gama de tratamientos, tanto terapéuticos como de relax y belleza, y una amplia gama de productos de higiene y estética elaborados con las propias aguas termales.

Galería de imágenes